domingo, 30 de septiembre de 2007

Septiembre 2007

Este es el primer número de Fusión Cultural después de una necesaria renovación de imagen. Como cada edición, nuestra revista digital enfocada a temas de arte, cultura y sociedad, persigue el objetivo de difundir contenidos tan atractivos como interesantes.

En este número contamos con la participación del escritor cubano radicado en México, Félix Luis Viera, quien nos hace estremecer con las poderosas imágenes de su poema “Las putas de la Merced”. Puedes disfrutarlo en nuestra sección Escritor invitado.

En la Galería, Sergio Arau, cineasta mexicano, nos muestra otra de sus facetas: el de artista plástico. Echa un vistazo a parte de su obra en donde el tema de la lucha libre, mezclada con ángeles y demonios, es el elemento recurrente.

Encuentra nuestra recomendación de libro en la sección Hojarasca Literaria, que esta ocasión aborda una obra ya clásica: El Evangelio según Jesucristo, de José Saramago, Premio Nobel de Literatura 1998. Lee en la misma sección el relato de un joven narrador que ensaya el género de ficción.

Podrás reflexionar acerca de la música independiente y su lucha por la supervivencia en Resonancias, espacio dedicado al ámbito musical y lo que sucede en él.

Finalmente, Ágora ofrece un espacio de reflexión en donde cada mes nuestros colaboradores analizan, de manera sencilla y clara, asuntos de política nacional e internacional. En esta ocasión, presentamos un artículo que discurre sobre la situación bélica que se vive entre Corea del Norte y Corea del Sur.

Esperamos que disfrutes tu navegación por Fusión Cultural. No dejes de visitar nuestra Carta de creencia para que nos conozcas mejor ¡Bienvenido!

Puedes dejar tus comentarios al pie de cada artículo. Para quejas, sugerencias o colaboraciones, escríbenos a: fusioncultural@gmail.com

Carta de creencia Fusión Cultural

Carta de creencia

(Lo que somos, queremos y creemos)


Fusión Cultural, revista electrónica que aborda temas de arte, cultura y sociedad, emerge a la inconmensurable red de redes. El punto de partida de quienes colaboramos en esta publicación electrónica es nuestra pasión por el quehacer periodístico, la difusión cultural, el diseño web, el diálogo, el arte y la humana necesidad de reflexionar sobre lo que sucede en nuestro entorno.


Queremos atraer al lector de la red que busca información confiable, equilibrada, plural, pero también al que sabe que Internet es un medio de comunicación en el que no sólo leerá texto y verá fotografías, sino que escuchará y observará imágenes en movimiento, realizadas con lo mejor que podemos aportar cada uno de los participantes: nuestra creatividad y entusiasmo.


En esta dirección por la que hemos optado en la supercarretera de la información, plagada de casetas de cobro y paisajes recurrentes, nuestra identidad como publicación estará direccionada en gran medida a la promoción, difusión e información sobre artistas independientes, colectivos culturales y artísticos emergentes de México y de otras latitudes.


También pretendemos dialogar con las generaciones que han dejado su legado en diferentes ámbitos culturales ya que creemos que todos confluimos entre la tradición y la modernidad.


Asimismo, difundiremos espacios en los que se encuentre presente la propuesta interesante y novedosa en la obra artística o el trabajo creativo.


Como publicación que dará cabida al análisis político nuestra postura apuesta por el derecho de cada individuo para elegir la opción que considere más acorde a sus intereses. Así, el lector de Fusión Cultural podrá hallar en nuestros espacios diversas posiciones políticas y la opinión de los ciudadanos del mundo, siempre y cuando ésta no manifieste rasgos de intolerancia o xenofobia, sino valores fincados en la libre expresión y el derecho a estar informados.


En este sentido, Fusión Cultural cree firmemente que con información, pluralidad y libertad de expresión estamos fortaleciendo y enriqueciendo la cultura política de quienes aquí publicarán, así como la de nuestros lectores.


Esta es nuestra carta de creencia y lo que desde hoy ofrecemos a los cibernautas. Así, te invitamos a que mes con mes hagas un autostop en esta dirección www.fusioncultural.blogspot.com y nos dejes saber tu opinión, sugerencia, queja o comentario.



Atentamente


Consejo Editorial

Fusión Cultural

Revista electrónica de arte, cultura y sociedad

jueves, 13 de septiembre de 2007

El otro Arau

All together now


Sergio Arau es inquieto, creativo y un auténtico re-generador de la cultura popular mexicana. Una faceta poco conocida del director de Un día sin mexicanos es la de su trabajo como artista plástico.

Con una obra inspirada en lo que podríamos definir como una matriz cultural mexicana, representada por el cuadrilátero, las máscaras, la
Arena Coliseo y los gritos de júbilo de espectadores provocados por las acrobacias y llaves practicadas entre los luchadores, este desenmascarado artista nos dice a través de su obra gráfica que la lucha libre es más que un deporte...


Abusadora

Tezcatlipunk

Desenmascarando



La Diabla

Santo


Madre Patria 1

Chamarra

Jaguar-you

domingo, 9 de septiembre de 2007

Opinión

"Blind music" por *gnato en deviantART.com


Indi versus Britney

Por Ari Josué A.

Hey Britney, you say you wanna lose control
Come over here I got somethin' to show ya
Sexy lady, I'd rather see you bare your soul
Britney Spears, Me Against The Music

La industria del entretenimiento ha cambiado. Casi todos los días es posible dar con una noticia –con epicentro en alguna disquera multinacional– en la que se presencia un desfile de quejas e imputaciones en contra del carácter vandálico de las tecnologías de copia y su complicidad con los medios digitales. Las utilidades de una disquera van en picada porque las copias ilegales –las que se venden por 10 pesos en la vía pública y las descargadas a golpes de “clicks” en la PC– se han encargado de arruinar un negocio, dicen desde las disqueras. La siguiente queja va –porque el malestar de la industria musical se entrega en abonos– por decir que con nulas o escasas ganancias difícilmente les es posible abrirse a nuevos proyectos, y mucho menos financiar su difusión. Eso es sólo una de las capas de esta cebolla.

Sin embargo las cosas, al menos musicalmente, parecen no ir tan mal en términos del rock y la música independiente. Por ejemplo, si miramos en retrospectiva, la escena del rock mexicano hace poco más de una década parecía estancada en una suerte de clichés de protesta antigubernamental y reivindicaciones nacionales, pasadas por el enjuague trasnochado de las tendencias internacionales. Hoy, no obstante, parecen existir más bandas, más lugares donde presentarse y más propuestas distintas que nunca. ¿Cuál es la diferencia? Que hoy se habla más de música y menos de industria y producto. Al menos en ciertos términos. Y eso es justo lo que ha terminado por conocerse como música “indie”.

No exclusivamente rock, o implícitamente electrónica, ni precisamente pop. Simplemente música que ha dejado de lado la idea de alcanzar los primeros 25 puestos en las listas de ventas. Aunque no necesariamente no pueda lograrlo. Música hecha desde las laptops de sus autores, producida en pequeños estudios, promocionada a través de Internet y distribuida por sellos locales independientes. Una puesta en práctica de que lo local puede tener un alcance global en un mundo cada vez más interconectado.

Y el asunto no sólo va sobre el alcance que un sello local puede llegar a tener en cuanto a distribución y difusión de un grupo. Esta nueva configuración ha implicado la posibilidad de liberarse de uno de los sitios comunes más peligrosos que gestó la vieja escena del rock nacional: el querer hacer música que sonara a ultranza “made in Mexico”.

Uno de los termómetros de la conformación de esta nueva escena musical es sin duda la comunidad virtual de My Space. Acogida con gran entusiasmo por músicos de todas partes del mundo como el medio idóneo para dar a conocer su trabajo, distribuirlo y mantenerse en contacto con su audiencia. El lanzamiento de My Space México en el 2007 no fue la excepción. Y al igual que en otras partes del mundo fueron los músicos quienes en primer lugar comenzaron a poblar esta comunidad virtual.

Desde luego, no todo es brillante en esta recomposición de la escena musical catapultada por una cultura del copyleft, el software de intercambio de archivos y las comunidades virtuales. Pues en cuanto el maleficio del sistema anterior de la industria musical ha sido el exceso de filtros que impiden la difusión de una propuesta, la gran deficiencia del entorno emergente es justo esa ausencia de filtros. En cuanto anteriormente para que un disco saliera a la venta tenía que pasar por diversas revisiones que buscaban mejorar o descartar una propuesta, hoy en día tales filtros han quedado de lado. Todo vale. Y muchas veces el resultado es un sonido que no cuaja, demasiado autocomplaciente para querer mejorar, demasiado ensimismado para querer escuchar a alguien más.

Tampoco es tan cierta la historia de que el nuevo mundillo de las disqueras independientes, las comunidades virtuales y la distribución en línea represente un golpe mortal a los gigantes corporativos. Tan sólo basta con echar un ojo al vecindario digital para percatarse qué diferente es la realidad: My Space tiene su cordón umbilical enganchado al magnate de las comunicaciones Rupert Murdoch a través de una transacción de 580 millones de dólares; You Tube se encuentra ligada a la NBC por un acuerdo promocional, a la par que la Warner Music cuenta con una sociedad para compartir ganancias; Blogger, una de las principales referencias dentro de la blogosfera, es parte integral de Google, cuyo valor de marca se estima en 17.837 millones de dólares, y la lista puede continuar. Así, no sólo se trata de un cambio de reglas, también de un cambio de dueños y, desde luego, de un buen intercambio de dólares.

También existen voces que señalan ciertos riesgos en las cláusulas que los usuarios de My Space tienen que firmar para acceder a sus servicios. Quizá el más preocupante está en la ambigua arena de ¿quién realmente posee los derechos del material original albergado en los servidores de My Space? Lo cual nos lleva a ¿a quién pertenecerían las regalías en caso de que este material fuera comercialmente explotado?

El asunto no es menor, basta con darse una vuelta por la tienda Amazon.com para percatarse que ya son varias las recopilaciones con lo mejor de My Space que se han editado. México no ha sido la excepción y ya cuenta con su versión regionalizada de esta edición, en la que se incluyen bandas como “María Daniela y su Sonido Laser”, “Los Dynamite”, “Austin TV” y “Porter”, entre otros.

Sin embargo, a pesar de todos los nuevos vicios e inconvenientes que parece entregarnos el futuro, siempre resulta más esperanzador que se comience a hablar más de música y menos de productos. Sólo eso ya es ganancia. Y quién sabe, a momentos pareciera que Indi puede ganarle Britney.

Reseña de libro


Ensayo sobre la ceguera, de José Saramago

Creo que estamos ciegos,
ciegos que ven,
ciegos que,
viendo, no ven.

Una luz cegadora totalmente blanca que no permite ver absolutamente nada. Un mundo donde todos los seres humanos se ven condenados a moverse en una ciudad albergue de ciegos. Un universo interno en el que al individuo se le niega el generoso descanso que otorga la oscuridad al cerrar los ojos. Desesperación, suciedad, miseria humana, es lo que somos cuando nos volvemos ciegos y no vemos más allá de nuestros propios intereses, es lo que nos dice el escritor portugués José Saramago (1922) en su novela Ensayo sobre la ceguera (1995).

Haciendo uso de un estilo característicamente propio –que será mejorado en El evangelio según Jesucristo– describe con gran profusión en Ensayo sobre la ceguera la desgracia de volverse ciego; pero no en un mundo donde todavía hay seres que ven y guían, sino en un lugar lleno de individuos carentes, unos como los otros, de la vista.

Con un completo dominio del lenguaje y una manera muy suya de llevar la narración que, por cierto, se ve acertadamente matizada con toques filosóficos, Saramago nos sumerge en la vívida desgracia de los protagonistas.

Pero la ceguera de la que habla el autor no es necesariamente la de los ojos, sino más bien la de los sentimientos. A pesar de que la idea principal de esta novela gira alrededor de esto último, durante su desarrollo narrativo pareciera que el tema es la catástrofe de volverse súbitamente invidente.

Lo cual es un muy buen recurso porque logra provocar en el lector una especie de intranquilidad: ¿será que si cerramos nosotros también los ojos, nos atacará una ceguera repentina? Y sin más preámbulo, tenemos que cerrar los ojos y ver qué pasa. Afortunadamente nada sucede. Lo esencial es que Saramago, sin proponérselo –o tal vez proponiéndoselo– logra un estupendo efecto en quien lo lee gracias a su grandiosa capacidad narrativa.

Otro acierto es el hecho de que durante toda la novela jamás menciona el nombre de los personajes. Todos son reconocidos por alguna seña particular, así por ejemplo, tenemos al primer ciego (a quien siempre identificamos de esa manera), a la esposa del primer ciego, al médico, la mujer del médico, el viejo de la venda negra, la chica de las gafas oscuras, el niño estrábico, de tal modo que nunca nos enteramos de su nombre, lo cual no es necesario para conocerlos e, incluso, identificarnos con ellos.

“Hay en nosotros una cosa que no tiene nombre, esa cosa es lo que somos”, declara alguno. De esta manera, tal vez el deseo más profundo del ser humano sea poder darse a sí mismo, un día, el nombre que le falta. Llenar el vacío de identidad que no le permite conocerse completamente.

Una ceguera contagiosa que se expande y se transmite con sólo ver los ojos de alguno de los ciegos es tan aterrador como posible en el universo de la imaginación y tan espeluznante como el hecho de ser enclaustrado en un espacio del que no hay salida posible si no es la muerte.

En tal situación, condenados a una reclusión forzosa, sin noticias del mundo exterior, abandonados a la propia suerte, inventando nuevas formas de organización para no sucumbir de hambre o desamparo, acaba por ponerse de manifiesto lo peor del alma humana: la maldad, el egoísmo, la crueldad, la avaricia, el rencor.

Entre todos los ciegos, habrá sólo una mujer que tendrá la enorme “responsabilidad de tener ojos cuando otros los perdieron” y que nos enseñará que la ceguera también es “vivir un mundo donde se ha acabado la esperanza”.

El mensaje final es tan alentador como concluyente: siempre queda un poco de bondad y humanidad para conservar la esperanza.

Un libro ya clásico que no debe faltar en nuestra biblioteca.

Poesía

"Prostitute" by ~Industrial-Whore


Las putas de la Merced
por Félix Luis Viera (*)

Las putas de la Merced
serán tal vez las más tristes de la ciudad de México
Las he visto caminar al atardecer
como una canción que quiere derrumbarse en cada nota,
más pálidas que la leche
las putas de la Merced tienen los ojos
tras cuatro cuevas
y si alguien amase a la poesía
abjurará de ella cuando vea a las putas de la Merced:
no será posible amar a nada
al menos durante 72 horas
después de conocerlas,
en la Plaza
las putas de la Merced
parecen muchachitas que han abandonado las escuelas bajo el fragor de un
bombardeo,
son las putas más baratas de la gigantesca Ciudad,
por 20 pesos averiguan cualquier entraña
sacan cualquier zumo
por 40 se juegan el sida a la Ruleta Rusa
por 60 serían capaces de montar a un cadáver

En las pálidas tardes de la Merced
las putas pálidas en la palidez de la Ciudad empalidecida por la contaminación
parecen arbolitos que se desprenden de la tierra
o proyectiles rotos inmediatamente después del disparo

Si yo supiera rogar pediría un salón luminiscente para ellas
donde aprendiesen a tomar los cubiertos
a limpiarse los labios con las más delicadas servilletas según marcas
a leer de corrido
a escribirle cartas al Presidente de la República
reclamando un puesto en el Senado
o un papel protagónico en la próxima telenovela,
todas uniformadas de rosa en el gran salón luminiscente
donde tendrían hijos y lentejuelas y tarjetas de crédito
donde el agua del baño sería azul y las noches transcurrieran
en la inmediatez y el dulzor que precede al arribo a la clase media
Si yo supiera rogar

Las putas de la Merced siguen naciendo
ahora mismo están naciendo cuatro
y ahora mismo están naciendo 200 hombres
que habrán de penetrarlas por unas monedas sacadas a la calle o al prójimo
dentro de 14 años
Y nosotros aquí,
como si nada,
hablando y hablando
y hablando.


Del poemario inédito La patria es una naranja
Poema publicado en la revista Ariadna, España, número de primavera 2007.

(*) Félix Luis Viera: Santa Clara, Cuba, 19 de agosto de 1945. Poeta, cuentista y novelista. Ha publicado los poemarios Una melodía sin ton ni son bajo la lluvia (1976, Ediciones Unión, Cuba. Premio David de Poesía de la UNEAC), Prefiero los que cantan (1988, Ediciones Unión, Cuba), Cada día muero 24 horas (1990, Editorial Letras Cubanas), Y me han dolido los cuchillos (1991, Editorial Capiro, Cuba) y Poemas de amor y de olvido (1994, Editorial Capiro, Cuba); los libros de cuentos Las llamas en el cielo (1983, Ediciones Unión, Cuba), En el nombre del hijo (Premio de la Crítica 1983. Editorial Letras Cubanas. Reedición 1986) y Precio del amor (1990, Editorial Letras Cubanas); las novelas Con tu vestido blanco (Premio Nacional de Novela de la UNEAC 1987 y Premio de la Crítica 1988. Ediciones Unión, Cuba), Serás comunista, pero te quiero (1995, Ediciones Unión, Cuba), Un ciervo herido (Editorial Plaza Mayor, Puerto Rico, 2003) y la noveleta Inglaterra Hernández (Ediciones Universidad Veracruzana, 1997. Reediciones 2003 y 2005). Reside actualmente en México, D.F.

Mirador Internacional


En Corea, la paz que no llega

Por Fernando Ugalde Pérez (*)

Dividida en dos desde hace 54 años, la Península de Corea es territorio de contrastes. Mientras el sur disfruta de los aparentes beneficios del capitalismo impulsado en todo el mundo por Estados Unidos, el norte parece continuar estancado bajo un régimen comunista que perdió su principal respaldo al desaparecer la Unión Soviética en 1991.

Pese a que el cese al fuego entre Corea del Sur y Corea del Norte fue firmado en 1953, la tensión y la amenaza de un nuevo conflicto armado han estado presentes durante más de cinco décadas con la presencia de miles de soldados en cada lado de la frontera y la falta de disposición de los gobiernos de ambos países para encontrar una solución definitiva.

Sin embargo la situación parece haber comenzado a dar un giro trascendental desde principios de agosto, cuando se anunció una histórica reunión entre los gobernantes de las dos Coreas: Roh Moo-Hyun del Sur y Kim Jong-il del Norte.

El objetivo -según fuentes gubernamentales citadas por la agencia sudcoreana de noticias Yonhap y la norcoreana KCNA- sería avanzar en la búsqueda de acuerdos que faciliten la pacificación de la Península.

El encuentro, apenas el segundo de alto nivel entre ambas partes desde el fin de la Guerra Coreana (1950-1953), estaba programado para el 27 y 28 de agosto, pero fue aplazado para principios de octubre debido a las inundaciones que causaron centenares de muertos y miles de damnificados en Corea del Norte.

Mientras tanto, para atender la emergencia el gobierno sudcoreano envió toneladas de ayuda humanitaria a su vecino del norte y con ello, así como con el reciente acuerdo para que los ferrocarriles vuelvan a cruzar sin restricciones la frontera, quedó evidenciado que los lazos bilaterales comienzan a establecerse.

La guerra en Corea, que dejó más de 54 mil muertos en tres años y terminó sin un vencedor, no fue más que una lucha de poder entre las dos ideologías políticas que después de la Segunda Guerra Mundial trataron de imponerse en el mundo.

Estados Unidos y la Unión Soviética derrotaron juntos al nazismo de Adolfo Hitler en Alemania en 1945, pero años después comenzaron un conflicto indirecto denominado Guerra Fría durante el cual apoyaron a sus simpatizantes capitalistas y comunistas, respectivamente, en diversas regiones del mundo.

Corea y Vietnam son los dos casos más representativos de esa rivalidad que a la larga sería ganada por Estados Unidos, con la consolidación de su poderío económico y posicionamiento como principal potencia mundial.

Aunque los avances para alcanzar una paz definitiva en la Península Coreana parecen ser significativos, aún queda un largo camino por recorrer debido a que no están en juego sólo los intereses de los coreanos del sur y del norte, sino también de Estados Unidos y Rusia (heredero natural de la Unión Soviética), cuyos actuales gobiernos no querrán ceder ni un sólo centímetro que tierra por la que lucharon hace cinco décadas sus compatriotas.

Una vuelta al mundo

Así las cosas, mientras los coreanos intentan definir su futuro, en Estados Unidos George W. Bush se queda cada vez más solo en su política guerrillera con la renuncia de su procurador, en Cuba Fidel Castro se prepara para regresar al poder y acallar a sus opositores que lo daban por muerto, y en Perú el gobierno de Alan García hace como que apoya a los damnificados por el sismo, pero lo hace al estilo de Calderón con los afectados por el huracán Dean: se toma la foto y se va.

(*) El autor es editor de información internacional en la Agencia Mexicana de Noticias (Notimex).

Cuento

Ilustración de Isaac H3

Dayna no sabe dibujar

Por Daniel Guzmán

Y no es que realmente no supiera, sino que no lograba expresar lo que pretendía y era notable cómo eso la aturdía. Todos le decíamos que eventualmente lo lograría, que no había razón para desesperarse, que a su corta edad eran notables sus avances, que su tío, también pintor, estaría muy orgulloso de ella. Porque pensábamos que esa era la causa de su obstinación.

A todos les causó pena el llanto de la niña, pero nadie le creyó, ni yo mismo. Sin embargo, sí me aturdió porque el tío se fue. Lo enterramos hace cinco días. Yo lo tenía en una foto, ¡y el tío se fue de esa foto también! Me holgaba de tenerla pues él nunca se dejó retratar. Tenía ideas muy antiguas al respecto.

Al principio quise pensar que era una extraña coincidencia, que le había caído agua a la foto o algún otro accidente lo había borrado de la imagen, pero no, ni una pista de explicación coherente. Yo tenía esta foto en un libro rojo, la saqué y la metí en un marco, no sin antes contemplarla un rato. Cuando regresé del pasado que viví a su lado, sequé mis lágrimas y guardé la foto en un cajón.

Hace dos noches Dayna tuvo una crisis y rompió casi todos sus cuadros. Nos contó en medio de sollozos que el tío estaba perdido, que a veces la visitaba, pero como él esta sufriendo le transmitía dolor, y que ella tenía que ver la forma de liberarlo de cierto hechizo que era indestructible, aunque podía hacerse tolerable. -¡Pero por más que me esfuerzo, él no puede entrar!- Nos decía doblegada por la desesperación, y todos sabíamos que estaba muy triste pero sólo yo comencé a creer ese cuento de la bruja. Quise mirar la foto que había enmarcado y me encontré con la sorpresa de que ahora aparecía yo solo en la foto, abrazando estúpidamente el aire...

No pude dormir bien esa noche y fui a visitar a mi hermana en su recámara. Ella dormía y en sueños parecía intentar liberarse de algo. La desperté y agradecida me abrazó, dijo que la libré de los brazos de nuestro tío, con quien soñaba.

“Se está pudriendo -me dijo-. Me estaba hablando del campo de flores con el que soñaba de niño. Íbamos por un camino de arcilla hacia una casa en tinieblas. La casa era muy vieja y estaba un poco derruida, tras de ella se alzaban grandes árboles. Me platicó que un río corre cerca, y que el bosque es muy, muy grande. Y ya sabes cómo hace él para decir palabras que te levantan el ánimo, y me pidió paciencia con mi madre, y que te cuidara mucho pues quedaste muy dolido. Me pidió decirte que no sintieras culpa alguna y que siempre te admiró, que debes reponerte pronto porque tienes muchas cosas por hacer y él nos estará cuidando. Pero el tío se está pudriendo y tiene miedo de estar solo, yo sujetaba su mano y la carne se le caía. No queda mucho tiempo....”

Saltó de su cama. Eran las dos de la mañana. Sacó sus oleos y olvidándose de mí comenzó a dibujar un bosque de fondo. La sentí un poco loca pero esta vez no quise interrumpirla. Fui a mi recámara y saqué mi álbum de fotos. Regresé a la habitación de mi hermana y me senté tras ella a mirar las fotos tomadas por mi tío. En especial quería mirar la foto de cierta cabaña que en un viaje habíamos encontrado. Yo había notado como quedó embrujado desde que la vio por vez primera. Estoy seguro de que regresó después.

De repente mi hermana se levantó, se alejó tres pasos de su pintura, la miró unos segundos para después arremeterla con violencia usando el pincel como espada, la perforó varias veces llorando de desesperación, y yo estaba por levantarme a sujetarla cuando una ráfaga de aire entró por la ventana tomando por los aires algunas de las fotos, llevando hasta sus pies la que yo miraba.

Ella se quedo paralizada un instante, como si hubiera visto un fantasma. Un minuto después asintió y parsimoniosamente colocó una nueva tela en el caballete, salió al jardín y trajo algunas flores, sacó una caja de madera que yo nunca le había visto, trajo tijeras y resistol y comenzó a recortar la foto de la cabaña con los árboles tras de ella.

Pegó el pedazo en la tela, prolongó los árboles hasta producir un bosque con sus pinceles. A cierta distancia de la cabaña comenzó un campo florido y pintó un camino rojizo. Yo estaba embobado mirándola, abstraída en su obra, haciéndome sentir ausente de la habitación. De pronto sacó de la caja de madera una cantidad de pétalos, ya más bien marchitos, y junto con las flores del jardín que había traído, terminó su campo florido.

Luego con escrupulosidad terminó los detalles del lienzo: la pila de agua junto a la cabaña, un columpio en uno de los árboles, indicios de otro camino opuesto al del campo de flores y mil detalles más.

Revisó con minuciosidad cada centímetro de la tela, suspiró con alivio, dio algunos pasos atrás hasta donde estaba yo y sin dejar de mirar su obra me dijo: “Creo que al fin lo he logrado, y que mejor que así sea pues no hay más tiempo y ya he usado la cruz de pétalos que levantamos en el velorio, después de que la dejaron en el panteón yo la levanté por consejo del tío. ¿Escuchas? Parece que se oye un río...” Y como si fuese abracadabra salió el tío de la cabaña, le hizo una reverencia a mi hermana, sonriendo se despidió de nosotros a señas, se metió de nuevo y cerró la puerta para siempre. Amanecía.