sábado, 20 de octubre de 2007

Política Nacional


Relevo inédito en la UNAM

Por Nestor Leandro Hernández

La Junta de Gobierno de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) dio el banderazo de salida al proceso para la designación del sucesor de Juan Ramón De La Fuente al frente de la Rectoría de nuestra Máxima Casa de Estudios.

Será un proceso con ingredientes inéditos, de acuerdo con el diagnóstico de investigadores como Imanol Ordorika, Ángel Díaz Barriga y Carola García Calderón, quienes coinciden en que, por primera vez en la historia, el Presidente de la República no tiene enlaces visibles con la comunidad universitaria, porque su equipo de trabajo no egresó de las aulas azul y oro.

El proceso será por tanto una contienda que dependerá del juego que se dé entre las principales corrientes aglutinadas en torno de los siete candidatos que ya han aceptado contender: José Narro Robles, José Antonio de La Peña, Diego Valadés, Rosaura Ruiz, Fernando Serrano Magallón, Gerardo Fernando Bravo y Fernando Pérez Correa. José Narro Robles, director de la Facultad de Medicina, parece ser para muchos el candidato a vencer por contar con el respaldo del actual y saliente rector.

Después de ocho años, se dará el primer cambio de nombre en la rectoría, luego de que la Universidad Nacional saliera de enfrentar el movimiento estudiantil más largo en la historia, cuando por 10 meses, el Consejo General de Huelga tomó las instalaciones en protesta y como último recurso contra las medidas autoritarias implementadas por el entonces rector Francisco Barnés de Castro y que no tenían el consenso de la comunidad universitaria.

Juan Ramón De la Fuente además de haber sido considerado como presidenciable hasta antes del año 2006, y contar con el apoyo de muchos para ocupar un interinato ante la crisis que se preveía durante el periodo poselectoral, deja la UNAM en una gran posición a nivel nacional e internacional, ubicando a la Máxima Casa de Estudios como la mejor Universidad de habla hispana catalogada al recuperar el lugar que muchos creían que se había perdido frente a otras instituciones como el Tec, la Ibero y el CIDE. Además de impulsar actualizaciones importantes a los planes de estudio y a la investigación científica, llamó la atención de la Organización de las Naciones Unidas para declarar el campus universitario como “patrimonio de la humanidad”.

El negrito en el arroz

Sin duda alguna, el gran trabajo del doctor de la Fuente ha sido de gran reconocimiento y algarabía. Pero hay una cosa que a ocho años de distancia hace ruido y causa una gran interrogante entre la comunidad universitaria… doctor de la Fuente: ¿Y el Congreso resolutivo y democrático que prometió a su llegada?

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