miércoles, 20 de febrero de 2008

Mirador Internacional


LA VICTORIA DE FIDEL CASTRO


Por Fernando Ugalde Pérez (*)

Lo que Estados Unidos no pudo, el tiempo sí: retirar a Fidel Castro del gobierno de Cuba.

El 19 de febrero, el histórico líder de la Revolución Cubana anunció que no buscará regresar a la Presidencia de su país, luego de ocuparla durante casi medio siglo y separarse de ella a mediados de 2006 para someterse a una operación intestinal.

En una carta al pueblo cubano, Castro admitió que su salud a los 81 años ya no le permite desempeñar el cargo de la mejor manera, por lo que decidió “dar paso a las nuevas generaciones”.

Sin embargo, aclaró que ello no significa su retiro definitivo de la vida política, pues seguirá escribiendo artículos de opinión en el periódico oficial Granma, el mismo que publicó en su portada la carta de renuncia.

El retiro de Fidel Castro Ruz generó reacciones en el mundo entero debido a que su figura se convirtió en un símbolo de la resistencia contra el poderío internacional de Estados Unidos, su eterno rival ideológico.

Castro, cuya revolución arrebató a Estados Unidos el territorio estratégico de Cuba, resistió los embates de 14 gobiernos estadunidenses: “el imperialismo”, como él llama a la política de Washington. Catorce gobiernos que entre 1959 y 2006 mantuvieron siempre una política hostil hacia el sistema comunista de La Isla.

Apellidos como Reagan, Nixon, Kennedy, Bush, Kissigner y Clinton quedaron en la historia como ocupantes de la Casa Blanca que se propusieron en algún momento derrocar al “despiadado dictador”, pero fracasaron pese al embargo económico aplicado en su contra.

Apoyado al inicio por la Unión Soviética, el gobierno comunista cubano representó al inicio una amenaza para Estados Unidos por su cercanía geográfica. Pese a la desintegración de la otrora potencia soviética en 1989, Cuba logró mantenerse vigente con su sistema de gobierno con todo y sus aciertos y desaciertos.

Fidel Castro se fue, pero lo hizo en el momento que él decidió hacerlo y de la forma como determinó, para evitar así que Estados Unidos se “colgara la medalla” de haber acabado con él.

Estados Unidos no pudo pero el tiempo sí. Ocho décadas a cuestas no son pocas y menos en alguien que al menos durante seis de ellas estuvo en el centro de la polémica mundial y fue blanco de numerosos atentados, más de 600 según cifras oficiales.

“El enemigo a vencer es muy poderoso, pero lo hemos mantenido a raya por medio siglo”, dijo en su carta de renuncia al resaltar el máximo logro de su gobierno: mantenerse pese a Estados Unidos. Esa fue la gran victoria de Fidel.

¿Y ahora que sigue?, es la interrogante cuya respuesta sólo el mismo Castro y su círculo cercano conocen.

Mientras tanto, del ahora ex presidente cubano podrá decirse mucho a favor y en contra, pero lo que jamás podrá negarse es que se trata de uno de los personajes cuyo lugar en la historia está asegurado por siglos enteros.

Fidel Castro se fue, pero Estados Unidos no pudo cantar victoria.

(*) El autor es editor de información internacional en la Agencia de Noticias del Estado Mexicano, Notimex

1 comentario:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.