martes, 22 de abril de 2008

Cuento

"A Stiletto Love Affair" by divine Madness en DeviantArt.com

Tacones altos

Por Andrés Campos (*)

Todavía tenía la llave del apartamento de Dante y la introduje nerviosamente en la cerradura, intentando abrir lo antes posible y sin hacer el mínimo ruido, el frío calaba hasta los huesos y el pequeño vestido de satín rojo no me ayudaba a entrar en calor, sobretodo porque nunca me había gustado usar medias, y los dedos de los pies se me congelaban con las sandalias de tacón de aguja. El dorado cabello me impedía la visión y lo até con una pulsera que traía en la muñeca derecha, lentamente me deslicé por el marco de la puerta abriendo la hoja lo menos posible; por supuesto no encendí la luz, y avancé a hurtadillas por el pasillo hasta llegar a la sala en la que flotaba inconfundible el aroma mezcla de tabaco, sudor, comida rancia y English Leather de Dante; y ahí estaba él, el muy imbécil, dormido en un sillón, con un vaso de whisky en la mano, la camisa desabotonada, roncando a todo pulmón y con la TV encendida en un estúpido programa de concursos.

Me descalcé las rojas zapatillas y me acerqué sigilosamente a Dante, le di un beso en la boca –que no correspondió, desde luego-- empuñé una zapatilla con la mano izquierda, levantándola justo a la altura de su cara y la hundí con fiereza en su ojo derecho, que reventó expulsando cualquier cantidad de humores y una sangre caliente y oscura que me salpicó la cara, su grito fue desgarrador y me excitó sobremanera lo cual me llevó a someterlo con gran energía, desencajando el tacón y hundiéndolo con saña en el otro ojo que a su vez explotó con más fuerza, la sangre fluía a borbotones y tuve una placentera e increíble sacudida por lo que empujé el zapato de nueva cuenta hasta que Dante dio el estertor de muerte.

No, no era ninguna venganza ni nada por el estilo, lo hice por el placer infinito que me producía el matar y era el segundo amante de mi mujer al que asesinaba. Cuidadosamente me quité las prendas de Karen, mi mujer: el vestido, la peluca rubia, los collares y aretes, las zapatillas de tacón que limpié prolijamente y la ropa interior de encaje que aún olía a sexo, y dejé todo a un lado del sillón, con obsesivo orden; saqué mis ropas del bolso de mano, me vestí y me apresuré a la salida, aunque en un momento de debilidad, regresé por las zapatillas de tacón, las encantadoras zapatillas de tacón, encendí un camel y dando una gran bocanada de humo, salí tranquilamente de allí…

(*) Actor, director y profesor de Teatro, mimo y escritor egresado de la UNAM. Fundador y Director Artístico de la agrupación independiente Medusa Teatro con 15 años de existencia y con la que ha montado más de 30 espectáculos de teatro alternativo, ópera de cámara, cabaret y teatro para niños. En el ámbito de las letras se ha especializado en el cuento corto y ha publicado su trabajo en diferentes revistas literarias, ha ganado premios en los géneros de ciencia ficción, cuento corto, cuento de humor negro y adaptación teatral. Actualmente tiene en temporada el montaje de “La Caída de la Casa Usher” en una adaptación suya al cuento de Edgar Allan Poe.

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